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El VRAE es suelo peruano

Publicado: 2009-09-09

Si creíamos que el terrorismo (inclúyase también al narcoterrorismo) desapareció, las trágicas fotografías de los diarios, en sus portadas, nos recuerdan que todavía pueden asesinar, y más aun, calcinar cuerpos de militares. Los lamentables fallecimientos de los valerosos militares en el Valle de los Ríos Apurimac y Ene (VRAE) nos aclaran el panorama: hay fuerzas internas, apoyadas por armas y dinero, que pueden ganar conflictos en nuestro mismo territorio.

La selva inexplorable es el escenario en donde se combate. Decir que nuestros militares son ‘malos’ es caer en la ignorancia de opinar de lo que no se conoce. Combatientes que se les acusan de violar los derechos humanos están cayendo poco a poco en nuestro único suelo patrio declarado en emergencia todo el año. VRAE no es suelo de narcoterroristas, es suelo peruano.

Estrategias inmediatas de recuperación deben plantearse ya. El Premier Velásquez dijo que durante los 36 meses de gobierno se ha intervenido con más de 618 millones de nuevos soles en el VRAE; entonces se concluye que el problema es escasez de recursos. No. Y muchas veces no. Lo recursos complementan las estrategias bien definidas y elaboradas por altos mandos que conocen la zona, no que se manda desde Lima.

En el VRAE no luchamos contra revolucionarios anarquistas, ni mucho menos contra ‘tomadores de carreteras’. Nos enfrentamos a ‘narcos’ que producen más de 300 toneladas de cocaína al año. Nos enfrentamos a cárteles que han etiquetado al Perú como el mayor exportador del estupefaciente en el mundo. Ni Pablo Escobar nos podría ganar si viviera (o talvez puede seguir vivo).

El Perú no está en un proceso de eliminación del narcoterrorismo como dice el Premier, todo lo contrario estamos en un tiempo de crecimiento. Si no se pone un freno ya, definitivamente las muertes de nuestros valerosos militares del VRAE dejarán de ser noticia por su continuidad. Para Velásquez Quesquén la solución está en “preparar medidas a mediano o largo plazo”. La organización es lo mejor, cierto; pero cuidado nos demoremos 15 años en averiguar cómo recuperar el VRAE y Huallaga.

Bolivia nos pide que seamos más rigurosos en el cuidado de nuestras fronteras para evitar el narcotráfico. Escuchemos a los bolivianos pues tienen toda la razón. Aunque Colombia produzca 430 toneladas al año (y Perú 302), el país del Vallenato incauta 198 toneladas de esa droga. Mientras que las divisiones peruanas encargadas del decomiso de los estupefacientes solo lograron incautar 20. Es decir, nada.

El problema grave no es ni la falta de logística ni el poco presupuesto; la causa de las derrotas y fallecimientos constantes son que los altos mandos militares no están realizando bien su único trabajo: pensar y elaborar estrategias tanto eficientes como victoriosas.

No pensemos que una muerte se cura con que un ministro, o un general, visite la familia del fallecido para luego indemnizarlo, recuerden que hay más de 200 militares en emergencia esperando que se les mande a la ‘zona roja’. Ahórrense las visitas vestidos de negros y hagan su trabajo. Nuestros militares también son personas.

José


Escrito por

santiago

peruano, 20 años, exilio en Uruguay, vuelvo en diciembre, quiero ganar dinero escribiendo para pasar un tiempo en barcelona con L., por estos días quiero mucho a L.


Publicado en

La Quijada

Opinión