Hay que ser realistas. Que al gobierno se le haya ocurrido esto del Descentralización Popular con lo de los nucleos ejecutores justo en la última recta de su mandato es, indudablemente, una medida que por varios lados se le puede relacionar con las próximas elecciones y sus aspiraciones a que el partido sea reelejido. Este tipo de medidas populistas siempre aparecen al final de cada gobierno, en el afán de —por así decirlo— salir aprobados de examen, y eso todos lo sabemos.

Ahora, ¿los nucleos ejecutores son buenos o malos?, no cabe duda de que es una buena idea, y la misma oposición lo ha dicho, porque promueve la democracia participativa y su tendencia al bien común es evidente. Entonces, no hay que ver con rabietas todo lo que el gobierno haga, sino asumir que simplemente estamos en el Perú, señores, y que además es el APRA el partido de gobierno, nosotros lo hemos elegido. Con estas dos cosas claras, lo que mejor podemos hacer los peruanos es tomarlo por el lado amable y empezar a trabajar por el desarrollo del país.

Esta bien, el gobierno y Foncodes son ineficientes para ejecutar el gasto público, perfecto, ya lo sabíamos, pero si nos dan la oportunidad de hacer algo nosotros mismos no nos queda otra que ampliar nuestro campo de responsabilidad y empezar a actuar de una vez por todas, y a eso se le llama, señores, democracia participativa.

No demorará mucho en aparecer los aprovechadores y oportunistas que harán corrupción del asunto, pero eso también ya lo sabemos, y depende de los mecanismo de fiscalización que se definan, para contrarestarlos . No demorará tampoco Carlos Arana en darle la razón a quienes se quejan de su ineficiencia o de lo problemático que puede ser su militancia aprista mientras asume esta función, y la prensa deberá denunciarlo hasta que lo remuevan. Nos están poniendo el juego sobre la mesa, y ya sabemos las reglas.

De lo que aquí se habla es de asumirse como peruanos, de asumir a nuestros gobernantes, de asumir nuestra criollada y nuestros defectos, de asumirlos para luego dejarlos atras y emprezar a ver cambios, que es lo que tanto se quiere y se reclama en las calles a mano estirada.

Alejandro.